Es posible que hayas notado más de una vez como tu gato o el de alguien cercano a tu familia intenta cavar un hoyo tras defecar para tapar sus heces. Pero… ¿sabes realmente por qué motivo lo hacen? La respuesta está en su instinto felino salvaje, que los hace mantenerse alerta ante situaciones de riesgo.

En la naturaleza, los felinos cubren sus heces con la finalidad de evitar dejar un rastro por el cual puedan ser descubiertos. Resulta que las heces de cada gato o cualquier otro felino poseen un olor particular, gracias a la carga de feromonas que contienen, que éstos usan para suministrar señales de un gato a otro.

Estas mismas feromonas pueden representar la señal para que sean descubiertos los hogares de gatos pequeños y sus crías, por que éstos buscan la forma de enterrar sus heces para distraer la atención de posibles depredadores. Sin embargo, los felinos grandes y dominantes como los tigres o jaguares emplean sus heces para demarcar el territorio que desean dominar.

En este caso, estos animales no optan por enterrar sus excrementos, sino que los dejan a la vista para que los demás lo perciban como una señal de advertencia.

¿Qué sucede en el caso de los gatos domésticos?

Los gatos domésticos emplean la misma estrategia que sus pares salvajes, con la diferencia que éstos no tienen depredadores. Entonces… ¿A qué le temen?

Cuando un gato doméstico toma esta actitud sumisa, es porque probablemente te percibe como el componente dominante de la manada, y quiere evitar que te molestes. Aunque hay casos de gatos con carácter muy dominante, que se niegan a usar su arenero y mucho más a cubrir sus heces.

En estos casos, lo mejor será determinar si se debe a falta de obediencia o si por el contrario, tiene algún padecimiento que lo imposibilita para seguir instrucciones. Si todo está en orden, solo debes saber que tu gato considera que es quien domina y tiene el control de todo en el hogar.