Antes, pensar en mantener plantas de interior en un espacio al cual no le accede absolutamente nada de luz solar era impensable.
Sin embargo, las tecnologías han permitido que sea posible hacer crecer a las plantas únicamente usando como fuente de luz la iluminación artificial.
Pero para que esta estrategia funcione, es necesario tomar en cuenta ciertos criterios, que permitan proporcionarle a la planta las condiciones de luz adecuadas que les aseguren su desarrollo pleno.
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Elegir un tipo de luz adecuada
A pesar de que podamos pensar que todas las luces son blancas, existen tonalidades de color en los focos de iluminación artificial.
El mejor tipo de luz para una planta es una combinación entre luz azul y roja. La luz azul favorece el crecimiento de las plantas, mientras que la luz roja estimula la floración y el crecimiento del tallo.
Para lograr esta combinación se han creado ciertas lámparas de cultivo conocidas como ‘LED grow’, que son fuentes de iluminación LED que ofrecen el espectro de luz que las plantas necesitan para hacer sus funciones de fotosíntesis. Por tanto, si quieres mantener un huerto o jardín de interior, lo mejor será comprar estas lámparas especiales para el crecimiento de las plantas.
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Tomar en cuenta el tiempo de exposición
Todas las plantas en su ambiente natural están acostumbradas tanto a la explosión a la luz, como a horas de oscuridad. Por lo tanto es importante mantener este periodo de descanso cuando cuidamos plantas con iluminación natural.
Este lapso de tiempo conocido como fotoperiodo varía dependiendo de las especies. Las plantas de interior suelen estar adaptadas a lo que se conoce como de ‘día corto’, es decir, su exposición a la luz solar en la naturaleza no es mayor a las 8 horas diarias.
Por este motivo debes cuidar que la fuente de luz no supere el tiempo de exposición adecuado. Puedes contar con un temporizador programable, que encienda y apague las luces en el momento que sea necesario.
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Cuidar la distancia de la luz de acuerdo a su etapa de crecimiento
Las plantas necesitan mayor exposición a la luz en su etapa de germinación, y a medida que envejecen la intensidad de la iluminación puede disminuirse. Esto define las distancias adecuadas para la colocación de las lámparas LED.
Para hacer crecer una planta con iluminación artificial que se encuentre en etapa de germinación, la luz debe colocar a una distancia entre 5- 8 cm. Cuando ya son adultas la distancia adecuada de la luz es a una altura de unos 30 cm. Para la vegetación de follaje alto, puede colocarse hasta una distancia de 90 centímetros.
De este modo podrás mantener en tus espacios interiores plantas saludables y con un crecimiento óptimo, aun cuando no puedas tener acceso a la iluminación del sol.
