El Consejo de Europa hizo público un informe en el que se hacía un repaso sobre la situación penitenciaria de los países del continente a partir de datos de cada una de las naciones.

A partir de datos del año 2012, en el citado documento se destaca a España como el cuarto país con mayor número de población carcelaria de Europa, con 147,3 presos por cada 100.000 personas, sólo por detrás en la Unión Europea de Reino Unido (148 por cada 100.000 habitantes) y claramente por delante de Holanda (67,7 por cada 100.000), Alemania (84,6 por cada 100.000) o Italia (111,6 por cada 100.000).

Sin embargo, este dato contrasta con las cifras de criminalidad, pues en España se cometen únicamente 46,1 delitos por cada 1.000 habitantes, mientras que la media europea es de 62,8.

Además, únicamente el 15,6% de los presos españoles está en esa situación de forma preventiva, mientras que en Europa este porcentaje se eleva al 25%.

Por otro lado, la edad media de los reclusos del país es de 36 años (en Europa es de 34 años).

Y en cuanto al coste de cada una de estas personas para el Estado, en España cada persona encarcelada supone un gasto de 65 euros al día, unos 1.950 euros al mes y 23.725 euros al año.

Así, el presupuesto nacional penitenciario en 2011 fue de 1.538,5 millones de euros, lo que supone 3,3 veces más que la media europea.