Cuando alguien dice que “se derrumbó bajo el peso de los problemas” o “siente el peso de los problemas sobre sus hombros”, lo más probable es que no esté fingiendo.

Las emociones son materiales y se reflejan en el estado del cuerpo. Su postura es especialmente pronunciada: casi algo anda mal y la espalda se parece a un signo de interrogación.

¿Las emociones pueden arruinar tu postura?

Por ejemplo, debido al estrés constante y al mal humor, las personas tienden a encorvarse. Una cabeza agachada, la espalda encorvada y un andar arrastrando los pies. Además, estos signos permiten leer el estado emocional de un adulto.

¿Por qué sucede? El hecho es que los músculos se acostumbran gradualmente a la postura torcida, y la inclinación en una posición sentada o al caminar es recta. Al mismo tiempo, un desplazamiento constante del centro de gravedad a menudo provoca cambios patológicos en la columna.

Incluso una inclinación excesiva de la cabeza crea una carga adicional en el eje de la columna, ya que conduce a la flexión refleja de todo el tronco.

¿Afecta el estrés a la columna vertebral?

El estrés genera estrés no solo psicológico sino también físico. Esto se debe a que cuando el cuerpo se encuentra en este estado, se secretan hormonas, se acelera el pulso y el tono muscular se contrae.

Por lo tanto, el estrés sobreesfuerza los músculos, lo que les dificulta mantener el torso en la posición correcta. Una persona no logra mantener una postura uniforme, se encorva y sobrecarga la columna. A su vez, esto crea presión sobre los discos intervertebrales, lo que provoca dolor de espalda crónico y osteocondrosis.

Sin embargo, a menudo es difícil determinar si el estrés causó problemas de columna o, por el contrario, una mala postura causó estrés. Ya que, en algunos casos aparece en el contexto de problemas con el sistema musculoesquelético. Esto es especialmente cierto en el caso de los trabajadores de oficina que pasan la mayor parte del día frente a la computadora, pero no controlan su postura.

¿Cómo arreglar la situación?

Para resolver problemas con la postura, vale la pena contactar a un médico u ortopedista familiar. Evaluará el estado de todo el sistema musculoesquelético y, si es necesario, seleccionará un corrector de postura u otros productos ortopédicos.