Por sus características es menos tóxica que otros narcóticos.

La metadona es un derivado sintético del opio que fue descubierta por científicos alemanes en sus experimentos durante la II Guerra Mundial.

Por sus características es menos tóxica que otros narcóticos como la morfina y la heroína y produce una acción analgésica capaz de alterar la percepción del dolor y la respuesta emocional que se produce ante el mismo.

Así, el consumo de un único miligramo de metadona puede ser equivalente a cuatro gramos de morfina y a dos de heroína, con la ventaja de que impide la aparición del síndrome de abstinencia.

Por ello se emplea en forma líquida para heroinómanos y adictos a otros opiáceos en sus tratamientos de desintoxicación; aunque se trata de una sustancia de sabor amargo.