La relación entre los juegos de azar, la psicología y la legalidad ha estado tradicionalmente sujeta a ciertas polémicas.

Las implicaciones legales de los juegos online han estado en entredicho durante los últimos años ocupando el centro de un debate a escala global con la llegada de la digitalización al sector.

No obstante, el contexto que ha generado la crisis sanitaria global derivada del covid19 ha servido como un escenario privilegiado de análisis que ha dejado unos datos bastante positivos.

Según una investigación desarrollada para evaluar la tasa de problemas de juego en Europa durante el año 2020, no se ha producido un incremento significativo en contra de lo que cabía esperar. De hecho, la drástica caída del juego tradicional en establecimientos físicos derivada del estado de alarma no ha generado un incremento de los jugadores online en los mejores casinos España.

Los resultados revelan que tan sólo el 0,25% de los jugadores españoles pueden considerarse jugadores problemáticos de acuerdo al índice de gravedad del juego (PGSI). Las cifras ponen de manifiesto la predominancia de las buenas prácticas hasta el punto de situar a España al mismo nivel que Dinamarca, es decir, con el índice más bajo del continente.

Como era de esperar, la pandemia global derivó en una caída previsible del juego tradicional en establecimientos físicos durante el año 2020. En total se percibió un descenso del 50% en establecimientos especializados (salones de juego, bingos y casinos). En cifras, esta caída representó un total de 3,8 de millones menos, lo que constituye un 11% de los jugadores adultos.

En contra de las previsiones, no se percibió un incremento proporcional en el acceso a juegos online o plataformas especializadas como Legalbet. En realidad, la cuota de jugadores en línea permaneció estable con una cifra de 1,5 millones de usuarios. Por otro lado, la investigación puso de manifiesto un incremento en el uso de soluciones gamificadas. No obstante, a pesar de que el 80% de los adultos españoles participaron en algún formato gamificado, la cifra no logró alcanzar la cuota histórica que se reflejó hacia el año 2013. 

El perfil de los hábitos de consumo refleja un comportamiento saludable en prácticamente la totalidad de usuarios españoles. De hecho, el estudio reveló que las motivaciones que se esconden detrás del acceso a los juegos online están estrictamente relacionadas con necesidades de tipo social. Por lo general, los jugadores acceden a este tipo de contenidos con el objetivo de enriquecer sus relaciones sociales además de encontrar una fuente de entretenimiento basada en la interactividad.

Por último, el estudio identifica el Gordo de Navidad como el juego más extendido entre la población española. Se estimó una participación del 70,8% del público adulto, lo que equivale a más de 24,5 millones de personas. La Lotería de El Niño o La Primitiva siguieron de cerca al Gordo junto con los rasca y gana de la ONCE.

Esta última variedad está especialmente presente entre el público más joven pues la mayoría de participantes se encuentran por debajo de los 35 años según revela el informe.