¿Cómo se trata un trastorno alimentario?

¿Cómo se trata un trastorno alimentario?

El trastorno alimentario es un problema que captura el estado psicológico y fisiológico de una persona, por lo que este tema debe abordarse de manera integral.

Este trastorno conduce a problemas metabólicos, agotamiento, mayor estrés en el cuerpo y otras disfunciones. Lo principal es conocer los beneficios que ofrece cada tipo de alimento al mismo tiempo las porciones ideales.

Un trastorno alimentario conduce a una angustia emocional grave, problemas de socialización y depresión. En este caso, se utiliza la terapia cognitivo-conductual. Esta forma de lidiar con la enfermedad implica rastrear los pensamientos negativos del paciente y sus fuentes y reemplazarlos con pensamientos positivos constructivos. Tal terapia ayuda a interrumpir la dependencia de una persona a la comida y llamar su atención sobre el estado real de las cosas.

El tratamiento de un trastorno alimentario comienza con el reconocimiento del problema. Si no puede afrontarlo por su cuenta lo mejor es buscar ayuda de profesional.

Los psicólogos aconsejan seguir los siguientes pasos en el camino para restaurar la conducta alimentaria:

La elección de un especialista que ayudará a hacer frente al problema

el paciente necesita un psicólogo o psicoterapeuta, y no un entrenador, endocrinólogo o cualquier otro especialista.

La causa de la enfermedad radica en el subconsciente, y es necesario trabajar con él, y no eliminar las consecuencias de la tormenta que ya ha pasado. Una excelente opción sería si el especialista ya se ha ocupado de casos similares y su técnica ha mostrado resultados positivos.

Diagnóstico del tipo de trastorno alimentario

El especialista se ocupará de esto, pero el paciente debe ser paciente, porque debe someterse a un examen. El médico determinará la gravedad de la afección y, dependiendo de esto, podrá derivar para tratamiento a otros especialistas. Este último es típico de quienes tienen pensamientos suicidas, patologías somáticas, trastorno mental severo, peso corporal críticamente bajo o alto.

Examinar el estilo de vida del paciente

Este paso recopila la mayor cantidad de información posible sobre lo que está sucediendo en la vida del paciente ahora y en el pasado, porque un trastorno alimentario puede ser un eco del pasado. Esto le permitirá comprender cómo seguir trabajando, qué técnicas aplicar y cuánto tiempo llevará el tratamiento.

Administración de la terapia

El médico puede pedirle al paciente que anote qué, cuándo y cuánto come. Entonces, una persona comienza a notar un cierto patrón detrás de sí misma.

Quizás el paciente comience a regañarse por haber comido mucho. Así es como se determina la relación entre los procesos mentales y la alimentación.

Actitud de negociación

Un trastorno alimentario tiene sus raíces en ciertas creencias que dificultan que una persona lleve una vida normal. Por ejemplo, puede estar seguro de que después de las 6 de la tarde está prohibido comer, aunque no es así. O que el consumo de dulces resultará necesariamente en kilos de más.

Estas actitudes son irracionales, porque se sabe que la última comida depende de la hora a la que una persona piensa irse a la cama, y ​​lo dulce con moderación es incluso útil cuando se trata de alimentos inocuos.

Desarrollar una imagen corporal holística

Durante esta etapa, se pueden aplicar ciertos tipos de terapias para ayudarlo a comprender y amar mejor su cuerpo. Estas técnicas incluyen terapia de arte, terapia de movimiento u otras.

Trabajar en las relaciones familiares

por supuesto, el paciente puede colocarse en la clínica y tratar intencionalmente el aumento de peso (si estamos hablando de anorexia), pero después de regresar a su entorno familiar, el paciente, por regla general, comienza a experimentar los mismos problemas otra vez.

Es por ello, que no solo debemos solucionar el problema sino solventar la causa del mismo.

Construir una relación saludable contigo mismo

Aquellos con un trastorno alimentario son abiertos sobre sus actitudes negativas hacia sí mismos. No les gustan sus cuerpos, y algunos deliberadamente comen en exceso o se mueren de hambre para castigarse a sí mismos.

El médico ayuda al paciente a cultivar una actitud de respeto hacia sí mismo y sus emociones, deshacerse del perfeccionismo, la crítica interna, los sentimientos de culpa, vergüenza, entre otros.

Al mismo tiempo, trabajar en esta etapa ayuda no solo a mejorar las relaciones con la comida, sino también a mejorar significativamente todas las áreas de la vida.

Finalización del tratamiento

El éxito de la terapia dependerá de muchos factores. En primer lugar, cada etapa de la enfermedad requiere su propio enfoque, y cuanto más se inicie la enfermedad, más largo y difícil será el proceso. Es importante comprender qué consecuencias ya ha tenido la enfermedad y cuánto está preparada la persona para lidiar con su problema.

El apoyo de los seres queridos también juega un papel clave en la recuperación. Incluso si el tratamiento se completa con éxito, siempre existe el riesgo de recaída, pero, por regla general, no tiene una forma tan grave.


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