¿Cómo broncearse sin correr riesgos?

¿Cómo broncearse sin correr riesgos?

Con la llegada del verano, es posible que quieras salir más y mantenerte por más tiempo al aire libre. Esto también provoca que quieras lucir algunas partes de tu cuerpo y lo quieres hacer con un bonito bronceado. Pero no te puedes olvidar de los efectos que el sol puede generar.

Recordemos que al tomar el sol se acelera el envejecimiento de la piel y contribuye a la aparición de hiperpigmentación o melanoma. Es por ello, que en esta ocasión queremos hablarte sobre el bronceado y sus posibles efectos negativos, para que tomes todas las previsiones necesarias.

¿Por qué aparece el bronceado?

La saturación del bronceado depende de la cantidad de melanina en tu cuerpo. La melanina es un pigmento que protege la piel de las quemaduras y se activa cuando se expone a los rayos UV y los absorbe.

¿Cómo preparar tu piel para el bronceado?

Antes de ir a tomar el sol debes limpiar la piel de células muertas; de esta manera, el bronceado quedará mejor. Puedes comprar un exfoliante limpiador y utilizar una manopla de esponja para remover las células muertas.

¿Cómo el sol daña la piel?

Los rayos ultravioletas que emite el sol se pueden generar efectos diferentes a nuestra piel, por lo cual es importante conocer las diferentes clasificaciones:

  1. UVA

Estos poseen la onda más larga y son los responsables de gran parte de la radiación ultravioleta, la cual se introduce en la epidermis y genera una lesión en las fibras de colágeno y elastina.

Estos son los responsables de las manchas de la edad y la falta de hidratación en la piel, lo cual se denomina foto envejecimiento. Asimismo, en las personas de piel clara, se desarrolla fotodermatitis: la piel se enrojece, comienza a picar y puede presentar ampollas.

  1. UVB

Los rayos UVB constituyen menos del 10% del ultravioleta que nos golpea. Son responsables de las quemaduras solares, provocan quemaduras y son bastante sensibles. Y también cancerígeno.

  1. UVC

Éstas son las longitudes de onda más cortas, se descomponen en la capa de ozono y no llegan a la Tierra, por lo que la piel no sufre daños.

Lograr un bronceado uniforme y seguro

Para abroncarte sin correr grandes riesgos, es necesario que tomes consciencia de los daños a los que se expone la piel bajo una intensa jornada al sol. Por lo tanto, debes cuidar la cantidad de tiempo que permaneces bajo el sol, especialmente si tu piel es muy clara, pues es probable que surjan lesiones.

Por lo tanto lo mejor será seguir estos prácticos consejos:

- Procura no exponerte al sol en las horas de mayor intensidad. Es mejor hacerlo al principio de la jornada, o al finalizar el día.

- Si no acostumbras a tomar sol, lo mejor será hacer varias jornadas cortas de bronceado. Bastará con estar un par de minutos por día para ir generando lentamente la cantidad de melanina necesaria para evitar lesiones.

- Si tu tono de piel es muy claro y piensas pasar largas jornadas bajo el sol, debes usar protector solar. Aunque parecía contradictorio, las personas con pieles muy blancas deben hacer esto para evitar quemaduras. Aun cuando lo uses, progresivamente la piel se tornará más oscura y tu piel no sufrirá lesiones.

- Evita los productos de cosmética que aseguran un bronceado inmediato. Éstos suelen atrapar exceso de calor en la piel, y pueden provocar lesiones fuertes si la exposición al sol es mayor a lo indicado.


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