Una de las premisas básicas de las caricaturas es que sean dibujos que exageren y distorsionen la imagen de la persona retratada. Pero esta definición no ha evitado que la británica Krystina Butel haya dedicado la mitad de su vida a intentar parecerse a la caricatura que le hizo un dibujante cuando tenía 15 años mientras pasaba unas vacaciones en Ibiza. "La caricatura me conquistó de inmediato y sentí celos de ella, pues era tal y como yo quería ser" asegura la mujer, quien ahora tiene 30 años. Así, ni corta ni perezosa confiesa haber gastado ya 160.000 euros de sus ahorros en diversas operaciones de cirugía estética que poco a poco le han permitido parecerse al dibujo.
Entre otras, esta mujer se ha sometido a intervenciones para ampliarse el pecho y retocarse ojos y labios; además de realizarse blanqueamientos dentales, inyecciones de bótox, pasar por sesiones de rayos UVA y colocarse extensiones en el pelo y pestañas postizas. El resultado de todo ello es un grotesco parecido con la caricatura, aunque Butel asegura no estar del todo satisfecha y estar planeando nuevos retoques para su figura. "Mi caricatura me hace seguir adelante con mi sueño, ella es exactamente como quiero ser. Sé que ahora estoy más cerca que hace 15 años, pero siempre hay algo más que pueda obtener de la cirugía para parecerme a ella" indica. Así, ahora planea levantarse las cejas, ponerse más botox en los labios y colocarse nuevos implantes mamarios.
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