El monarca es conocido por sus 'líos' de faldas.

Seis en total. Enrique VIII (1491-1547) fue rey de Inglaterra y señor de Irlanda y el segundo monarca de la casa Tudor.

Pasó a la historia por su fuerte carácter y por su ruptura con la Iglesia Católica por no permitirle casarse y divorciarse con la facilidad que quería.

Y es que cuentan los libros de historia que este hombre destacaba por ser muy egoísta, poco cortés y cruel, a lo cual se unía un comportamiento claramente misógino con las que iban siendo sus mujeres.

No en vano, este rey estuvo casado con seis mujeres diferentes: Catalina de Aragón (1509-1533), Ana Bolena (1533-1536), Jane Seymour (1536-1537), Ana de Cleves (1540), Catalina Howard (1540-1542) y Catalina Parr (1543-1547).

De Catalina de Aragón se separó tras no darle un heredero varón y la envió al castillo de Kimbolton; mientras que con Ana Bolena hizo lo propio tras acusarla de infiel y mandarla ejecutar. La siguiente, Jane Seymour, le dio un hijo como deseaba, pero murió doce días después del parto.

Después vino Ana de Cleves, pero su matrimonio fue un desastre por la incompatibilidad de caracteres y ni siquiera se llegó a consumar.

La quinta fue Catalina Howard, prima de Ana Bolena. Su relación solo duró dos años, pues la rumorología de la época afirmaba que era infiel al rey. Éste decidió ejecutarla y se casó por última vez con Catalina Parr.

Esta mujer cuidó a Enrique VIII en sus últimos años y educó a sus hijos, por lo que fue la última esposa del monarca.