¿Cuando se inventaron los “rulos” para el pelo?

¿Cuando se inventaron los “rulos” para el pelo?

El 8 de octubre de 1906, el peluquero alemán Karl Nessler mostró al mundo una tecnología que cambiaría literalmente la forma del cabello durante el siglo siguiente.

Después de años de experimentación, incluyendo dos intentos que casi incineran completamente el cabello de su esposa Katharina, Nessler perfeccionó finalmente un tratamiento químico con el que conseguía rulos permanentes en cabellos lacios.

Nacido en 1872 en la pequeña ciudad de Todtnau (Selva Negra), Nessler comenzó sus estudios, que continuó de por vida, sobre el cabello humano como aprendiz en una barbería una vez que finalizó sus estudios escolares.

Mientras trabajaba y estudiaba en ostentosos salones de Ginebra y París, comenzó a experimentar el empleo de fuertes álcalis y el calentamiento del pelo.

Al principio el proceso era peligroso y poco fiable, pero Nessler y los valientes sujetos con los que experimentaba, perseveraron hasta que el proceso fue comercialmente viable.

La patente que finalmente recibió Nessler en 1909 describió un proceso mediante el cual el cabello se envolvía firmemente alrededor de un rodillo de metal, tratado con hidróxido de sodio y luego calentado durante 10 minutos con unas pinzas cilíndricas que previamente se habían colocado sobre una llama de gas.

Aunque los clientes seguían arriesgándose a quemaduras y a la pérdida de sus rizos, Nessler encontró un proceso lo bastante fiable como para que la vanidad se enfrentara a los peligros.

En 1911, ya había un número suficiente de mujeres deseando pagar el caro proceso del inventor (que para entonces había cambiado su nombre por el más afrancesado de Charles Nestle) como para permitirle abrir un salón en Londres, ciudad en la que se había asentado junto a su esposa, y al que llamaron “Casa del Rizo Permanente”.

La invención de Nestle se hizo tan popular que incluso le llamaban mujeres acaudaladas de París que querían que el propio inventor les hiciera una permanente.


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