El pasado 22 de enero la Guardia Suiza del Vaticano cumplió 507 años de historia.
Por lo tanto, se trata del ejército profesional más pequeño y antiguo del mundo. Y es que fue fundado en 1506 con el objetivo de defender al Papa Julio II y desde entonces ha ido desarrollándose hasta convertirse en un grupo de alto nivel que tiene unos requisitos de lo más exigentes para formar parte de él: hay que ser ciudadano suizo, católico, soltero (en el momento de reclutamiento), tener entre 19 y 30 años y medir como mínimo 1,74 metros para entrar a su servicio.
En la actualidad solo 110 personas lo constituyen, todos de ellos hombres. Sin embargo, en los últimos tiempos se está estudiando la posibilidad de incorporar también a mujeres. No en vano, cada 6 de mayo los nuevos reclutas juran su cargo, pues ese día se recuerda que en 1527 142 de estos soldados fueron asesinados durante el saqueo de Roma.
Respecto a sus funciones, montan guardia en el Palacio Apostólico y velan por la seguridad del Papa en los actos públicos y audiencias generales.