Durante siglos, la humanidad ha mantenido historias escalofriantes sobre criaturas extrañas, transmitiéndolas de generación en generación. Pero de ¿dónde han salido dichas historias?
Especialmente uno de los mitos más comunes se ha centrado en las historias de hombres lobos y vampiros. Estas historias han provocado la creación de múltiples películas y series que se centran en estos mitos y se presentan como realidades absolutas.
Mitos del hombre lobo
La transformación de humanos en animales es una historia popular en muchas leyendas. Dicha metamorfosis, por regla general tenía lugar en luna llena y la mayoría de las veces se convirtieron en lobos que cazaban personas.
Hay muchas variaciones sobre el tema, pero la esencia siempre ha sido la misma: los hombres lobo eran un peligro mortal y encontrarlos no terminó bien.
La creencia en los hombres lobo se explica científicamente en el término hipertricosis. Este es el nombre de una anomalía fisiológica poco común, que se caracteriza por una excesiva vellosidad en varias áreas del cuerpo, incluida la cara.
Dicha patología también se conoce como el síndrome del hombre lobo, la cual habitualmente es hereditaria, aunque se puede adquirir. Algunas razones que pueden provocar la hipertricosis son:
- Desnutrición.
- Anorexia nerviosa.
- Algunos medicamentos como los inmunosupresores y los corticosteroides.
- Mutación celular.
- Enfermedades de la piel (autoinmunes e infecciosas).
Se cree que la existencia de algunas personas que padecieran de esta enfermedad dio origen a la popular creencia que hoy día ha sido tan explotada.
Historias de vampiros
La sangre siempre se ha asociado con la fuerza, la vida y la salud, por lo tanto, las criaturas que la comían eran consideradas producto del mal. Se les llamaba vampiros o ghouls y se contaban historias terribles sobre ellos.
Era fácil reconocer al vampiro, ya que no se reflejaba en el espejo, se veía pálido y enfermizo. Es por eso que durante mucho tiempo, a las personas que padecían enfermedades que nuestros antepasados no sabían tratar, se les denominaban vampiros.
Cuando la epidemia de tuberculosis estalló en la costa este de Estados Unidos a principios del siglo XIX, las personas que tosían sangre eran consideradas producto de espíritus malignos, porque la enfermedad presentaba una serie de síntomas que las personas asociaban con el vampirismo. Entre éstos se encontraban:
- 1. Piel gris.
- 2. Ojos hundidos.
- La aparición de sangre de la boca.
Algunas fuentes hablan sobre cuáles eran las formas de luchar contra los vampiros. Las principales fueron desenterrar a un hombre muerto, clavar una estaca en su corazón y cortarle la cabeza.
Es por ello que fue interesante descubrir que en 1990 en Connecticut, fuese descubierta una tumba de un hombre considerado vampiro, donde se realizaron estudios a los restos del cadáver y se pudo identificar que su muerte fue por tuberculosis avanzada.
De este modo se crea una base científica para las antiguas creencias sobre vampiros, y se entiende por qué se popularizaron como si fueran eventos ciertos.
