Aunque pueda parecer sorprendente, así es.
El cuerpo humano desprende luz visible, aunque esta es tan débil que nuestros ojos son incapaces de verla. En concreto, su intensidad es 1.000 veces menor que lo que podemos percibir, tal y como han señalado unos científicos japoneses.
En su experimento lograron captar la luz que desprendían a oscuras cinco personas con el torso desnudo gracias a unas cámaras CCD extraordinariamente sensibles.
Además, también encontraron que esta intensidad lumínica tiene su punto menor a las 10 de la mañana y alcanza su máximo a las 4 de la tarde, siendo el rostro la parte del cuerpo con más iluminación.
Y es que esta zona tiene más melanina, de forma que produce más fotones visibles.
Espero que te haya gustado el contenido que te acabamos de proporcionar. Si estás de acuerdo en seguir leyendo más sobre nuestra categoría científica, te dejaremos una pequeña lista que probablemente sea interesante para ti.
