El mayor robo de arte de todos los tiempos tuvo lugar la noche del 18 de marzo de 1990 en el Museo 'Isabella Stewart Gardner' de Boston (EE.UU).

Varios ladrones se disfrazaron de policías y robaron tres obras de Rembrandt, una de Vermeer, una de Flinck y otra de Manet, cinco dibujos de Degas, además de varios objetos antiguos de origen chino y francés.

En total se calcula que lograron un botín de 300 millones de dólares.

Para entrar aseguraron que acudían por una llamada de emergencia.

Tras entrar en el reciento redujeron a los guardias de seguridad y recorrieron el museo a su antojo.

Actualmente el caso sigue abierto, pues los delincuentes nunca fueron detenidos a pesar de que el FBI afirmó recientemente que cree contar con nuevas pistas sobre sus identitdades.

Además, curiosamente a día de hoy el museo sigue teniendo los marcos vacíos de las pinturas robadas, en recuerdo de la pérdida de sus obras más famosas.